Un vaso de papel desechable puede ser resistente al agua gracias a un revestimiento o revestimiento especial aplicado a su superficie interior. Este revestimiento suele estar hecho de materiales como polietileno (PE) o ácido poliláctico (PLA), que son inherentemente resistentes al agua o pueden tratarse para repeler líquidos de forma eficaz. El recubrimiento evita que las fibras del papel absorban humedad, manteniendo así el vaso impermeable y manteniendo su integridad estructural incluso cuando se llena con bebidas frías o calientes. Este diseño garantiza que el vaso siga siendo confiable y funcional durante su uso, proporcionando una solución conveniente para el consumo de bebidas mientras viaja.